

Nunca jamás voy a olvidar aquella imagen que ha tocado mi corazón, porque tú y todos mis recuerdos junto a ti siempre estarán en él.
El aire del paraíso sopla entre las orejas de un caballo
Pocas cosas hay tan apasionantes como el lento galope de tu caballo.
Despacio, dejándote sentir, tranquilo, cadente... sin prisas...
Aquí te da la oportunidad de aprender a disfrutar de su movimiento.
Te espera y te da tiempo, te invita a saborear el momento, su poténcia, la reunión de todas sus fuerzas y el deseo de satisfacerte.
Controla sus ganas de correr y las invierte en elegancia.
Tiene tiempo de perfeccionar cada uno de sus trancos y consigue regalarte lo mejor de sí mismo.
No quieras intervenir en este momento, déjale que se entregue, y agradécele lo que te está ofreciendo de la misma forma que él.
Mantén tu asiento relajado, tus manos tranquilas, la mirada en el horizonte.
Y él se sentirá orgulloso, se sentirá poderoso de haber conquistado tu corazón.