El amor es una forma de prejuicio. Amamos lo que necesitamos, amamos lo que nos hace sentirnos bien, amamos lo que nos es conveniente. ¿Cómo puedes decir que amas a una persona cuando hay diez mil personas en el mundo a las que amarías más si llegases a conocerlas? Pero nunca las conoceremos. Pero hay que tener en cuenta, de todos modos, que el amor sólo es consecuencia de un encuentro al azar.
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